Martes y Trece, Martes y Trece, supersticiones absurdas en boca de todos para justificar el porqué de lo que un día cualquiera ocurre para mal, pero podría ocurrir cualquier otro sin tener que ser ni martes ni trece.

Martes en honor a Marte, dios romano de la guerra, y trece, por numerosas referencias, que van desde la mitología escandinava hasta la Biblia.

Personalmente no me considero supersticioso, pese a la sonrisa que esto puede haber suscitado en algunos de los que leen, pero considero que la superstición es un medio de justificar un determinado miedo a la posibilidad de que algo malo ocurra, y todo aquello dependiente de una posibilidad, de una simple probabilidad no es fin a tener en cuenta, porque como toda probabilidad, puede ocurrir o no. Pero si me considero maniático, bastante maniático porque considero que tanto la buena como la mala suerte existen, mirándote de cara o de culo, según le de la real gana.

Mi anterior Martes y Trece fue desastroso como día aunque no lo fue tanto el resultado días mas tardes de lo que en ocurrió, pero aun así, ganas me dan mañana de quedarme en casita, en la cama, sin moverme de aquí hasta el miércoles.

Por el momento, tengo dolor de muelas, tengo catarro y alguna cosa mas que prefiero no escribir en un blog, así que empezamos bien el martes y trece ¡¡a que mola!!... como mañana vea un pu** gato negro por la calle….

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